lunes, 26 de diciembre de 2011

Horóscopos, ¿Predicción del futuro?



Cada año miles de personas en el mundo procuran leer lo que dicen los astros. Lo que depara el destino siempre ha constituido un misterio para la mayoría de la gente. Nuevos amores, un mejor trabajo, mejor solvencia económica, es el momento para hacer arreglos en la casa, ir de viaje, tener una nueva aventura…
Sin demeritar la ciencia que existe en las predicciones astrales, soy del criterio que cada cual es dueño de su propio camino.
La hora de renovarse internamente, de mejorar las relaciones de pareja, con tus amigos, es cualquier día del año.
El momento de cambiar lo que no está bien en tu vida, lo que no te hace feliz puede ser ahora mismo si lo decides. Disfrutar de un viaje, proponerte nuevas aventuras, tener nuevas iniciativas no tienen que ser marcadas por una fecha, puede ser ya si te lo propones.
El mundo de las predicciones se ha vuelto un negocio. Sin opacar la ciencia que pueda existir tras todo este asunto, no nos agarremos a estas lecturas para dar un paso en la vida.
Cada cuál es dueño de sus propios actos, uno mismo sabe cuando detenerse o seguir solo hay que escuchar el corazón. Que este año, traiga mucha suerte,  pero aquella que esta vez la busques tú, sin marcarte en un mes predicho.
Enamórate, disfruta cada minuto posible, trabaja también en lo que te gusta, baila el baile de vida como si nadie te estuviera viendo, y que cada astro del firmamento te bendiga.

El lanzador cubano Norge Luis Vera en estado crítico tras accidente de tránsito

Uno de lo más importantes lanzadores cubanos, el estelar Norge Luis Vera Peralta, permanece en estado crítico en un hospital de Santiago  de Cuba luego de sufrir un accidente de tránsito al final de la tarde del jueves último, informó el diario Granma.

Vera se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Provincial Saturnino Lora, cuyo vicedirector quirúrgico, doctor Juan Enrique Meléndez Borges, informó que presenta un trauma craneoencefálico severo y luxaciones y fracturas de la cadera y el húmero izquierdo.

El especialista añadió que la Tomografía Axial Computarizada (TAC), realizada momentos después del accidente, reflejó la presencia de un edema cerebral, y durante el viernes comenzó a disminuir su nivel de conciencia, requiriendo una TAC evolutiva que presentó foco contusional frontal y temporal derecho.

Vera se destacó hace 12 años cuando ganó el partido histórico entre Cuba y los Orioles de Baltimore. La temporada pasada, después de cumplir 40 años, anunció su retiro del montículo.

El derecho, que se caracterizó por su excelente control, fue campeón olímpico en Atenas 2004 y subcampeón en Sydney 2000 y Beijing 2008, además de tricampeón mundial. Además fue el ganador de varios juegos importantes en torneos internacionales con la selección de Cuba, con la que tuvo récord de 23-2 con 1.55 de efectividad.

En 17 temporadas en la liga cubana, Vera acumuló marca de 176-68, para el segundo mejor promedio (.721) en la historia del campeonato detrás del .728 que logró Orlando "El Duque" Hernández

jueves, 22 de diciembre de 2011

El reloj marcó las doce



Puaf! Justo medianoche y Teresa, como tantos cubanos, tiraron su tradicional balde agua para esperar el año nuevo. Esto se ha convertido en una tradición durante décadas, muchos creen que es para limpiar el año venidero.
Las familias se agolpan en balcones, terrazas, puertas de calle o donde sea para lanzar agua a la calle en señal de limpieza para el año que entra. Algunos cuentan que en otras épocas se lanzaban además ropas viejas y rotas, cosa de empezar el año renovado y limpio. Si bien esta fiesta dura unos minutos, algunos continúan hasta entrado el año gastando bromas a cuantos pasan.
El fin de año en Cuba está acompañado de muchos rituales, algunos creen que tirar arroz  o cerveza traerá prosperidad. Otros que con hacer rodar un coco seco limpiarán el hogar de malas energías.
Heredado de la tradición orisha, muchos se visten con alguna prenda roja para la buena suerte, o guardan para esperar el año nuevo ropa sin estrenar.
El 31 de diciembre en nuestro país es un día singular, es la ocasión de reunificación familiar, de cenar juntos en la mesa, del abrazo y de agrupar las esperanzas de que el año venidero traiga suerte mejor.
Carilda Vázquez recuerda que “antes del triunfo revolucionario era más frecuente encontrar en los hogares, durante estos días navideños, arbolitos adornados que tenían a los pies una simulación del nacimiento del niño Jesús, con imágenes de la Virgen María, de San José y de los tres Reyes Magos de Oriente. Las casas y las vidrieras también se embellecían con adornos alegóricos”.
Yanet Matos estudiante de Sociología piensa que esta fecha es además el día de la familia y los amigos. “Todo se preparan para la ocasión, los mejores platos se comparten con la familia reunida, no importan las distancias, todos tratan de estar juntos. Ese día también recibes llamadas y felicitaciones de vecinos y amistades, incluso aquellas que no has visto o hablado en mucho tiempo, como una forma de tenerte presente. ”
Para José Suárez, médico internacionalista, “el fin de año lejos de los tuyos es muy triste. Cuando no estás en Cuba, se añora la Patria, la familia, el abrazo y el beso de medianoche, pienso que no exista un cubano fuera de la isla que no quisiera, al menos en ese instante, pisar nuevamente su tierra.”
La manera de celebrarse la culminación del año y las recetas preparadas son heredadas de nuestros antepasados. Por ejemplo, muchos estudiosos creen que de los españoles adquirimos la costumbre de tomar el vino en nuestra cena de Nochevieja y el gustado turrón de Alicante o de Guijona, además de los conocidos buñuelos de Navidad, consumidos por muchas familias en esta fecha.
En el occidente del país se asa el cerdo a la parrilla o barbacoa, técnica de origen indio, que según el tipo de leña utilizada cambia el sabor del asado, es muy común utilizar la de mangle rojo y las ramas de guayaba. Los tostones, plato realizado a partir del plátano verde, que no falta en las mesas para esta fecha, tienen origen africano. Igualmaente el congrí, joya de la gastronomía caribeña, esa mezcla del arroz blanco guisado junto a los frijoles colorados. Nuestro sabio Don Fernando Ortiz,  nos refiere su posible, pero no probado, origen africano y nos da el vocablo procedente de Haití, donde a los frijoles colorados le llaman congó y al arroz riz.

No todos los países arrancan la última hoja del calendario el 31 de diciembre. La fecha en que se realiza esta celebración depende del tipo de calendario utilizado, y la más común es la del 1 de enero, del calendario gregoriano, que fue instaurado por el papa Gregorio XIII en  1582, y se utiliza en la mayoría de los países del mundo.
La mayoría de las personas tienen sus propios rituales para enfrentar el nuevo año. Pero lo importante es la creencia de que el destino le dará posibilidades para nuevas oportunidades.

lunes, 19 de diciembre de 2011

A TI MAESTRA

Qué lindas son las mañanas
Cuando despierto feliz
Para correr junto ati
Donde me espera con ganas de sonreír.
Yo voy con mucha alegría
A recibir tu cariño
Tú que  mimas a los niños
Y un cariñito les da
Y siempre una cosa linda
Tiene para enseñar cada día.
Tú que abres tu corazón
Y una sonrisa nos da lo mismo que hace mamá
Tú lo haces con pasión.
Yo te quiero seño linda
Te quiero porque me quieres
Y porque siempre tú tienes
Algo para darme a mí,
Una sonrisa, un consejo,
Un cariñito, un abrazo
Tú me haces muy feliz
Y yo muchas cosas buenas
También guardaré para ti.
 (Arailsa Marín Rodríguez)
Maestra preescolar

Tengo muy buenos recuerdos de mis maestros, incluso de aquella seño de preescolar que me enseñó los trazos de las vocales, la diferencia de azules del mar…

Con números, teorías y teoremas, letras convertidas en párrafos, luego composiciones y más tardes en cuartillas llegaron a mi vida y marcaron cada uno su impronta en mí.

Por eso a todos los que llenan cada día sus manos y ropas de tizas, a los que al atardecer su voz se vuelve ronca sin cansarse de explicar, los dotados de tanta paciencia para buscar nuevas maneras de decir hasta ser entendidos, a todos, felicidades por este día de los educadores.

A aquellos que caminan kilómetros subiendo empinadas lomas durante horas para enseñar al niño de una escuela rural, al que construye métodos didácticos con el ingenio que nace a partir de las carencias, al que deja sus preocupaciones en la puerta y se viste de dulzuras, no les basta un día para homenajearlos.
A los que con sus manos, de la arcilla en bruto, hacen brotar profesionales y técnicos, me quito el sombrero y como buen cubana, les deseo mucho aché.

Cuando conocí a Darío


    

Ya me habían contado como sería después que lo conociera. Y la realidad superó las expectativas.
Nunca había sentido tanto amor como cuando lo vi por vez primera, Darío se convirtió en el amor más grande de mi vida.

Pero aquella idolatría demandaba mi total atención. Mis largas conversaciones telefónicas se redujeron hasta hacerse nulas en varias ocasiones. Se acortaron mis visitas al peluquero o a la manicuras, la llegada a casa en las tardes están marcadas por el reloj.

Nunca más pude dormir a piernas sueltas, en las noches velo sus sueños, y hasta sus desvelos. Mi bolso cambió labiales y espejos, por pañales, biberones. Mi ropa, antes perfumada e impecable se ensució con frecuencia de purés, jugos, orina…

 Mis placeres se postergaron desde que llegó a mí, no existe dulce que llegue a mi boca si antes no lo comparto con mi pequeño, no gasto ya un centavo sin pensar en él primero y no existe pensamiento que no le pertenezca.

Lloro con su llanto y río con su risa. Me duelen también sus raspones y me angustio si se enferma. Darío ha trasformado mi vida totalmente, pero me siento feliz de que así sea.

Por eso disfruto cada minuto desde que lo conozco, cada juego, ocurrencia. Ahora soy de él más que él mío, por eso lo lleno de mimos y besos.
Su existencia lo vale todo. El cansancio, el sueño, la angustia tienen un sabor a victoria si me extiende esas manitas y con un beso muy mojado en la mejilla me dice                                              ¡MAMÁ!

viernes, 16 de diciembre de 2011

Nemesia, la flor carbonera, visita por primera vez a Santiago de Cuba




A medio siglo de la Elegía a los Zapaticos Blancos, poema de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, Nemesia Rodríguez Montano, quien inspiró al poeta durante los días de la invasión por  Playa Girón, visita por primera vez  la ciudad santiaguera.
Después de un recorrido por los principales sitios históricos de la provincia como La Granjita Siboney, el museo 26 de Julio, el mausoleo del Segundo Frente, el Cementerio Santa Ifigenia, la Universidad de Oriente, entre otros, se reunió en el Memorial de Vilma Espín con federadas fundadoras y de la nueva generación.
Exhortó a los jóvenes  a mantener la obra edificada por tantos héroes, y puso el ejemplo de su terruño cenaguero, que antes era sólo carbón y mangle y las personas vivía en condiciones paupérrimas. Sin embargo, desde el 1 de Enero es un pueblo con escuelas, centros hospitalarios, y muchos otros logros sociales.
Nemesia, fue víctima de los bombardeos de la aviación mercenaria y  testigo del asesinato de su madre y la herida de otros familiares cuando eran evacuados hacia Jagüey Grande el 17 de abril de 1961.
Su vida, según ella misma recuerda se transformó por completo desde entonces. “Una niña como yo de trece años, que crecí rodeada del  amor de mi madre y mis abuelas, aquel golpe fue muy duro, me sentía desamparada.”
Celia Manduley, quien conocía a su madre, se la lleva para La Habana. Ella recuerda que lloraba mucho, desconsoladamente, y que a pesar de los mimos de Celia siempre quiso regresar con la esperanza de que al volver, su mamá estuviese esperándola.
“Yo soy una mujer de la Ciénaga de Zapata y ella está dentro de mí. Cuando llego a mi pueblo y veo el cartel que dice Soplillar siento que me oxigeno. Estoy orgullosa de donde nací, mi delirio es vivir en la Ciénaga.”
Aquella niña “que nació con los pies descalzos” es hoy una mujer comprometida con el proceso revolucionario, por eso asistió al Sexto Congreso de Partido representando a los humildes, a los de su tierra. “En esa ocasión me sucedió algo inesperado: Raúl Castro me pide que me siente al lado de Fidel y muy nerviosa accedí, de pronto el Comandante me mira los pies y me pregunta de forma jaranera ¿y todavía te gustan los zapatos blancos?”
Esta mujer con un pasado tan triste es una muestra de lo que Estados Unidos durante más de cincuenta años ha hecho por destruir la Revolución cubana, “Pero Nemesia no llora /sabe que los milicianos/rompieron a los traidores/que a su madre asesinaron. /Sabe que nada en el mundo/—ni yanquis ni mercenarios—/apagarán en nuestra Patria/este sol que está brillando, /para que todas las niñas/¡tengan zapaticos blancos!

Crisis en los hombros de la cubana




Aunque no queremos volver nunca más a aquellos años no debemos olvidar el pasado que sirve de simiente a nuestros días. Innumerables fueron las carencias por las que atravesamos los cubanos al caerse el Campo Socialista de la URSS y el recrudecimiento del bloqueo.
No nos habíamos sentido tan bloqueados como en aquel entonces. Aquellos tiempos tristes midieron nuestras fuerzas y resistencia. Cada cubano guarda en su memoria esos días, cada uno tiene anécdotas que contar cargadas de sacrificios e ingenio.
Pero sin dudas la peor parte la cargaron en sus hombros las mujeres convertidas en madres, esposas, amas de casas. Los mercados estuvieron vacíos para ellas, la comida cara y escasa, los artículos de aseo personal desaparecidos. Calzar y vestirse en esos momentos era una tarea de titanes.
En sus espaldas recayó el mayor peso. La angustia y el desespero nublaron la existencia de la mayoría de ellas con el deber de alimentar y sostener a su familia.
Varias cambiaron sus recuerdos familiares de oro por comprale zapatos y ropas a sus hijos. Ese fue en el mejor de los casos, porque las zapatillas hechas con cámaras de automóviles se convirtieron en  el último grito de la moda para los más necesitados. El mercado de ropa reciclada surtió muchos escaparates, y las telas de sacos pintadas fueron la materia prima para muchas costureras.
Maga debía volverse frente al fogón. Los precios en el mercado negro se dispararon a precios inimaginables. Fueron disímiles los aportes a la gastronomía criolla. El ingenio fue siempre la mejor arma de las que poblamos esta tierra. Dulces, compotas, refrescos y muchas otras recetas se realizaron con el plátano burro. Variedad que llegó como salvadora a muchas mesas cubanas. Leña, kerosene, alcohol y gas en pocos casos, se usaron para cocinar el plato diario.
La cría del puerco “mamífero nacional” como lo acuñó el dúo Buena Fe se hizo común en muchos hogares, incluso, hasta en los espacios más reducidos, como garantía de la proteínas para sus hijos. Alimentados con restos de comidas, piensos inventados a partir de cáscaras molidas, hierbas como la verdolaga y semillas del árbol conocido como  lipi-lipi, entre otras. Este animal fue una tabla de salvación para no pocas mujeres que a diario buscaban soluciones para que sus hijos comieran antes de ir  a la cama.
En alquimistas se convirtieron. Muchas inventaron jabones con cenizas, componentes químicos, raíces de maguey, etc. O como alternativa ablandaban el churre de la ropa con agua caliente y guardaban los restos de jabones en una media que al hecharlo en la lavadora se volvían espumosos.
Entintó los zapatos de sus hijos con tizne de candiles fabricados por ellas mismas para alumbrar sus apagones. Los priorizó para que no les faltaran los nutrientes necesarios para crecer, aunque en ella aparecieran las primeras señales de la neuropatía, enfermedad recurrente en muchos cubanos de la época, sobretodo en las mujeres.
Los divorcios matrimoniales aumentaron. Numerosas relaciones de pareja se afectaron ante tanto desequilibrio económico. Según estadistas el año que más divorcios hubo en Cuba fue en los ‘90 durante el período especial, principalmente en el año 1993.Y una vez más las mujeres llevaron la peor parte, se convirtieron en cabeza de familia.
A pesar que los tiempos tan críticos han pasado y que la cubana ha podido respirar un poco más aliviada ella no olvida. Siempre recordará las angustias y necesidades vividas. Aún así sigue aquí, en su tierra, tan firme como siempre.
Tantas lágrimas de deseperación, horas nocturnas de desvelo,  no le impidieron seguir amando un proyecto social por el que resistió. Ella culpa a esos años por esas arrugas que se marcan en sus rostros, a esas canas que se empeña en teñir, a la costumbre de guardar en su cartera un bolso de nylon “por si acaso aparece algo” y a la hipertensión de la que no pudo escapar.
Se ha vuelto ahora más ahorrativa e ingeniosa. Recuerda aquellos años con tristeza pero se empeña desde su puesto y da lo mejor de sí para no volver a vivirlos nunca más.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Aché para la Virgen de la Caridad


Existen muchas Caridad por las calles cubanas, es que muchos de los que poblamos estas tierras sentimos fe y devoción por la Virgen de la Caridad del Cobre. Es difícil no encontrar un altar de la Patrona de Cuba en los hogares de los cubanos dentro y fuera del país. Madre de Jesús, la María cubana, es la protectora de los niños, los pescadores, los presos, las madres veladoras por el bienestar de sus bebés.
Su santuario está ubicado en el Cobre, poblado santiaguero constituido por mineros que trabajaban en la zona.
Hacia 1540, la búsqueda desenfrenada de oro en la actual provincia de Santiago de Cuba llevó al hallazgo accidental de un yacimiento de cobre -el cual se explota hasta nuestros días- y que figura hoy como uno de los más antiguos del continente americano.
Sin embargo, la presencia de ese mineral -que dio origen a un poblado de igual nombre- no fue suficiente para elevar esa localidad a la categoría de sitio mundialmente reconocido, lo cual solo se logró con la ubicación allí de la Patrona de Cuba.
La Virgen de la Caridad, apellidada de El Cobre por tener su santuario en ese centro urbano, se colocó casi de inmediato entre las preferencias religiosas de los cubanos, al representar en el culto sincrético afrocubano a Ochún, símbolo de la femineidad, las aguas dulces y la alegría.
Varias leyendas sobre la aparición de la virgen -casi 400 años atrás- contribuyen al atractivo de esa figura entre creyentes, pobladores y visitantes en general, estos últimos procedentes en buena medida del creciente turismo que recibe el archipiélago de las más diversas regiones del mundo.
Empero, la más extendida y creíble asegura que fue encontrada por tres jóvenes (dos aborígenes y un esclavo negro) en medio de una tormenta en el mar, colocada sobre una tabla que flotaba y con una leyenda donde figuraba el nombre de Virgen de la Caridad.
Diversas ubicaciones tuvo en los años de su existencia, desde una ermita, la capilla del hospital, una parroquia y el actual santuario, edificado hacia 1927.
La vida del poblado, además de la limitada actividad minera, esta relacionada estrechamente con el culto a la Patrona de Cuba, coronada en enero de 1998 por Su Santidad el Papa Juan Pablo II, con un ambiente característico a un lugar destinado al peregrinaje.
Oraciones y susurros, que apenas violan el sagrado silencio del sitio, acompañan a los miles de visitantes que acuden bien a presentar su solicitud a la Virgen o a pagarle una promesa, e incluso por simple curiosidad.
El templo, con una arquitectura sobria, cuenta con una nave central dominada por hermosos vitrales alegóricos a la figura de la Virgen, todo ello complementado con un altar labrado en plata maciza y valiosos objetos ornamentales.
Llevándoles girasoles amarillos como a Ochún o rezándole Ave María, lo cierto que es  la Virgen de la Caridad del Cobre es aclamada por la mayoría de los cubanos.

martes, 6 de diciembre de 2011

Irwin Corey: El señor de Manhattan que Gerardo quería conocer

Tras ser "descubierto", Irwin expresó su alegría al recibir la noticia de cómo lo habían buscado por las calles de Nueva York. De recuerdo se le entregó una revista de La Colmenita.
Por Deisy Francis Mexidor
Lo buscamos incansablemente una tarde de octubre, en medio del tránsito imposible de la ciudad de Nueva York, pero ya no estaba en el lugar que suele hacer suyo cada día.
Habíamos establecido un compromiso con Gerardo Hernández, quien en la prisión de máxima seguridad de Victorville, California, donde cumple una injusta doble cadena perpetua, leyó en un diario The New York Times la hermosa historia de humanismo y solidaridad que protagoniza “un señor que se para desde hace 17 años en un semáforo de Manhattan”.
Ese “señor, dijo, es una leyenda del humorismo en Estados Unidos y pide limosnas para después comprar medicamentos para los niños de Cuba”.
La noticia en voz de Gerardo la escuchamos gracias a ese fluido intercambio que sostuvo el antiterrorista cubano con los integrantes de la compañía infantil La Colmenita, durante su gira por varias ciudades estadounidenses en octubre pasado.
Precisamente, uno de esos contactos telefónicos se produjo horas antes de la actuación del grupo en el barrio neoyorquino del Bronx. Se realizaba el montaje de los equipos, el ensayo final y se ajustaban los detalles de la función en el teatro del Centro Hostos para la Cultura y las Artes (un lugar que, por cierto, había agotado sus capacidades con varias jornadas de anticipación a la llegada de La Colmenita).
Justo al punto estaban esos menesteres cuando apareció celular en mano Alicia Jrapko, una de las organizadoras del periplo, invitándome a tomar nota del mensaje que Gerardo quería darme.
Así fue como el teléfono de Alicia se puso con micrófono abierto y nos enteramos todos del quién, dónde, cómo y por qué que incentivaron esta crónica.
La propuesta de Gerardo de indagar por “ese viejito de 97 años” se transformó en un plan de búsqueda inmediata, sin calcular distancias en un Nueva York atestado de autos y sin posibilidades de parqueo en buena parte de Manhattan. Incluso Carlos Alberto Cremata, el director de La Colmenita, sugirió la posibilidad de llevarlo a la función de esa noche en el Hostos.
Por eso Sheryl, la amiga que nos acompañaba asumió el reto de tratar de vencer más de 50 cuadras para llevarnos hasta la altura de la 35 Este en menos de una hora y retornar al teatro antes del comienzo de la actuación. Y alcanzamos la meta, pero él ya no estaba por ahí.
La curiosidad se transformó en tristeza, pero el fracaso momentáneo no mató la idea de nuestro trabajo periodístico, porque de alguna manera sabíamos que debía aparecer ese “hombre viejo que aborda a los choferes en el semáforo de la calle 35 Este de Manhattan, cerca de la Tercera Avenida”, según el reportaje del The New York Times.

UNA LEYENDA DEL HUMOR

El “simpático y desaliñado anciano”, como lo describió el periódico, es Irwin Corey, una leyenda del humor que carga sobre sus hombros una intensa vida que ya alcanzó los 97 años.
Camina auxiliado de un andador, con apariencia de cualquier homeless (sin casa) que sobrevive en la gran ciudad de los rascacielos; sin embargo, no es un mendigo.
Nació el 29 de julio de 1914 en Brooklyn en medio de la mayor pobreza, al punto de que sus padres se vieron obligados a colocarlo a él y a sus cinco hermanos en el Asilo de Huérfanos hebreo de Nueva York, donde permaneció hasta los 13 años de edad.
Tal vez ese origen marcó para siempre su infinito deseo por hacer el bien y alejar la tristeza.
Su carrera comenzó en 1943 en el circuito de Broadway. Desde entonces su nombre se ha ligado al humorismo, la actuación en películas y series de televisión, y además, al activismo político de izquierda.
Conocido como Profesor, se le da el crédito de haber inventado un estilo de comedia improvisada, incluso, el desaparecido comediante y crítico estadounidense Lenny Bruce lo definió como “uno de los humoristas más brillantes de todos los tiempos”.
Irwin Corey ha tenido el privilegio de trabajar junto a Jackie Gleason (1916-1987), una de las estrellas más populares de los primeros años de la televisión y el laureado director, guionista y actor, Woody Allen.
Mientras su impronta quedó en filmes como Stuck on you! (1983), de Michael Herz y Lloyd Kaufman; Car Wash (1976), de Michael Schultz, y How to Commit Marriage (1969) de Norman Panama, entre otros.
En la actualidad no tiene una vida de estrechez económica, pero despojado de toda vanidad y por voluntad propia ha dedicado los últimos 17 años de su existencia a vender periódicos a medio precio, leer a cambio de una propina o pedir limosnas en el semáforo de la calle 35 Este. Una actividad que también le espanta la soledad que le dejó con su muerte Fran, la esposa de siempre.
Lo que recauda (en ocasiones hasta 250 dólares diarios) lo dedica a un noble fin: comprar medicinas para los niños cubanos con lo cual desafía el bloqueo de más de cinco décadas impuesto por el gobierno de su p...
Fidel e Irwin Corey
Con Fidel. Foto: Fred R. Conrad/The New York Times
De hecho ha viajado a La Habana como portador de esta expresión humanitaria y conserva una foto (publicada en el Times) junto al líder de Revolución cubana en la que se lee, autografiado por el propio Fidel Castro, “con admiración, gratitud y afecto”.
Ahora un amigo, en Nueva York, acaba de encontrar a Corey.
Le contó cómo lo buscamos aquella tarde de octubre. Y confiesa mi amigo que el Profesor tiene la “imagen cándida de un señor viejo ya, que por debajo de su abrigo se le pueden ver unas alas muy grandes”, similar al personaje que suponían un ángel, nacido de la pluma del escritor Gabriel García Márquez.

lunes, 5 de diciembre de 2011

LA AMABILIDAD: UN MEDICAMENTO EFICAZ.

Los médicos cubanos son seres terrenales que como muchos, sufren también de las carencias que proporciona una economía que trata de recuperarse tras años de crisis. Madrugan para llegar temprano a su área de salud y tropiezan con la escasez de transportes urbanos. En numerosas ocasiones trasnochan, sin dormir apenas, haciendo guardias y muchas veces, con una alimentación que no es la mejor.
Lidian también con la falta de medicamentos y de recursos hospitalarios como uno de los flagelos afectados por la economía cubana. Aún así, cargan sobre sus hombros una responsabilidad inmensa, día a día se enfrentan al dolor y sufrimiento de los pacientes y al de sus acompañantes.
Existe una mayoría, que deja fuera sus preocupaciones y se entregan con amabilidad a su labor. Entran a un salón de operaciones con las mejores intenciones de sanar sin importar quién sea el doliente, al ponerse las batas blancas se dedican con devoción a la profesión tan meritoria que es curar.
Hay muchos de estos con mucha ética, que alivian el alma y reconfortan a los enfermos y  familiares, sin embargo, hay algunos que extrapolan su cotidianidad y descargan sus angustias con el que acude a ellos para ser atendidos.
Son frecuentes en ciertos profesionales, técnicos de la salud o trabajadores de centros de atención médica, malos tratos, respuestas ásperas a los pacientes o muestras de escasos deseos en su desempeño. No son pocas las situaciones que han aquejado a la población provocándole un malestar psicológico que se les suma al físico.
Un buen galeno además de escudriñar el mal biológico  que aflige al que lo asiste debe aliviarlo en su sufrimiento, para lo cual tiene que concatenar no sólo los conocimientos científicos sino buen trato, ética y profesionalidad.
 
No basta con conocer su código, con aprenderlo de memoria mientras son estudiantes, es necesario también aplicarlo en cada jornada.
Sería triste que la pérdida de ciertos  valores en la sociedad haga mella también en nuestros trabajadores de los centros asistenciales. Las enfermedades no se compran, estas aparecen como huésped indeseado. Nadie asiste a un centro de atención médica por ocio o placer.
Muchos enfermos además de soportar dolores y malestares son blancos, como diana gigante, de formas descompuestas y tratos inadecuados que denigran la imagen meritoria de la medicina cubana. Y muchos de estas personas  afectadas evitando represalias, suprimen y callan sus quejas e inconformidades.
Por eso, me quito el sombrero y tiendo alfombras al que añade a sus consultas respeto e inteligencia, a los que cultivan la ciencia médica con tacto y ética profesional, a los que sanan el cuerpo y alivian el alma con amabilidad o al menos, con una sonrisa.
Al resto, lo invito a reflexionar, a ponerse en el lado opuesto. A despojarse de maletines cargados y dejar aliento y esperanza en cada mano extendida con respeto y amabilidad.

Los hombres ¿violentados?

Una mañana  llega aquel hombre a la consulta de un psicólogo, devastado por la muerte de su mascota. Ni él mismo comprendía aquel estado depresivo. Cuando la conversación comienza a fluir con el terapeuta resulta que semanas antes había fallecido su madre, pero no lloró porque debía ser fuerte y “los hombres no lloran”. Los subterfugios de su mente vaciaron todo aquel dolor contenido cuando murió su perro.
Los hombres también son víctimas de estigmas sociales que le imponen ciertos comportamientos y conductas en contra de lo que realmente sienten. Los hombres son una parte de la humanidad pero han venido presentándose como modelo de toda ella, evitando de esta forma la necesidad de que ellos o su poder se vean cuestionados.  ¿Se sienten realmente realizados desempeñando el rol que se le han impuesto a su sexo?
Ser varón, para muchos, es no tener miedo, no llorar al sentir dolor, ser fuerte. Cicerón una vez expresó que la virtud principal de un hombre es el coraje.  ¿Acaso los hombres no pueden sentirse entonces temerosos ante ciertas circunstancias? Ellos también arrastran sus propias cadenas. Desde la infancia  se impulsan a conductas “viriles” cuestionables muchas veces, hasta  por ellos mismos. Cuántos no se han escudado en la justificación del “papel de hombre” para ser infieles. Cuántos  pudieron perdonar asimismo infidelidades matrimoniales y no lo hicieron porque  “un hombre no puede perdonar cuernos”, cuantos acallaron el sentirse enamorados por no mostrarse “débiles”.
A este sexo le tocó durante mucho tiempo tener supremacía sobre la mujer. Negaron mostrar su ternura por cubrirse con una coraza de rudeza. Hay incluso, quienes sufren de discriminación al sentirse inclinados vocacionalmente por ciertas profesiones, sobre todo las artísticas, como el ballet clásico, las artes escénicas, entre otras.
Varios son los casos de algunos que se sienten inferiores, según los cánones establecidos de hombría,  a sus esposas porque su salario es inferior o su estatus social y no son pocas las ocasiones que esto constituye causa del divorcio.
Según criterios de investigadores existen características que deben estar inherentes a los varones, físicamente deben ser viriles, atléticos, fuertes, valientes. Sin preocupaciones sobre la apariencia o el envejecimiento, en el hogar debe  sostener la familia. Sexualmente debe ser experimentado. Se comportarán como líderes, dominantes,  libres, individualistas, competitivos y aventureros.
Este sexo que durante siglos se coronó superior se cuestiona hoy ese lugar. Necesita libertad para ser, sin amarres a estereotipos, quisiera poder mostrarse en sí con sus miedos, sus flaquezas. No quiere ser más ni menos, le urge ser igual a su complemento, la mujer.  El sexo masculino no quiere ataduras, simplemente quiere ser tal y cual es, sin marcas, sin sellos. No pretende estar encima o debajo de las féminas quiere caminar libre sujeto a sus manos.