lunes, 27 de febrero de 2012

Siempre hay por quien vivir


A un amigo le falta un hermano. Hace unos días que ya no está más quien salió también del vientre de su “vieja”. Cuánto dolor carga mi amigo en ese pecho inmenso!
El día anterior de la fatal noticia vimos juntos fotos viejas que guardaba en una caja empolvada y volvió a vivir los cumpleaños de su niñez y los dulces y los globos compartidos con sus hermanos.
Se detuvo en su viejita a la que el tiempo la ha llenado de arrugas y achaques, en esos años que fueron y jamás volverán.
Pero le pongo una mano en el hombro a mi amigo y consolándolo le explico que penosamente la vida nos quita pero también nos da.
Sus cuatro hijos, el amor de su mujer, amigos que lo admiran y lo quieren, hermanos de la vida que se preocupan por él.
A mi amigo le digo que siempre hay por quien vivir y por quien luchar.
A los que no están a pesar del dolor inmenso de su ausencia, de la pena enorme que causa la muerte, se les sigue queriendo y nunca se olvida aunque llegue a la resignación.
Pero por esos que vibran por él, que los necesitan en sus días, hay que seguir.

viernes, 24 de febrero de 2012

Amor del Guajiro

Mientras las muchachas de la ciudad siempre fueron más liberales, más desinhibidas por la influencia  más directa de los medios de comunicación y de las propias enseñanzas escolares, las del campo fueron todo lo contrario, esto sucedía sobre todo antes de que la luz de la Revolución se colara hasta el último rincón de la serranía.
Las formas de enamorarse, de conquistar corazones y hasta de celebrar el casamiento eran singulares en los campos de nuestro país. Unos decían que tirando piedrecillas llamaban la atención de la amada y les demostraban así sus intenciones.
Antes de declarar el amor a la novia, lo más correcto era primero pedir permiso al padre para conversar con la joven casadera.
Si el noviazgo era aceptado por este duraba meses antes de formalizarse legalmente, a veces hasta años. La chaperona era un personaje característico que acompañaba a los novios a todas partes, un beso en su presencia era imposible, sólo si lo permitía los enamorados podían sentir el calor de sus manos.
Si por el contrario el noviazgo no era bien visto por los padres, el guajiro, en la madrugada mientras los grillos cantaban y la luna enfriaba el aire, llegaba sigiloso en su caballo, y la muchacha con su bulto de ropa amarrado se escapaba al bohío de su amado. A la mañana siguiente los suegros del campesino armaban algarabías porque “le habían robado a la niña y seguro a esas horas ya la habían desgraciado”.
Pero si para suerte de todos llegaba la hora del sí ante Dios y el notario, todo era fiesta y guateque, a veces de varios días, según las posibilidades de las familias. Todos llegaban para festejar, parientes, compadres y comadres, con regalos en mano. Unos con un cerdo para asar, dulces, ovejas y hasta con los primeros animales de corral de la futura familia.
Otros preferían regalar útiles para el nuevo rancho de guano y palma que ya habían levantado para los recién casados. Después apresurado en su caballo, llevaba el novio a su esposa al nuevo nido de amor para fundirse en el mismo abrazo.
Cuentan algunos que en diversas regiones de nuestros campos, cuando era una virgen la desposada, tendían en la puerta la sábana manchada de la sangre que la primera vez hizo fluir, y si por el contrario, en el momento de tener la primera relación sexual, el esposo se percataba que él no tenía la primicia, en muchos casos la devolvía a sus padres, marcando su dignidad para siempre.
Aunque hoy parezcan situaciones graciosas en aquellos tiempos el amor era una cuestión muy seria y cargada de prejuicios y estereotipos propios de la época y la ignorancia.
Hoy es diferente, el acceso a las tecnologías y la instrucción han hecho de los campesinos cubanos personas con mente más abierta, que se han transformado conjuntamente con la sociedad.
Aquellos rezagos del pasado quedaron atrás, y el amor es también para muchos de ellos igualdad y respeto.
Amar es uno de los mejores regalos que brinda la vida, y los cubanos, sean de donde sean, de la más intrincada loma hasta la más céntrica avenida, tenemos la cualidad de ser apasionados y excelentes amantes. Por eso, no importa si es debajo de un framboyán o un algarrobo, a la orilla de un río o en el medio del trillo, lo importante es amar y sentirse amado con tanta intensidad como si la existencia acabara después del último beso.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Milagrosa pastillita azul: moda peligrosa

Empezó un día que salía por primera vez con una muchacha, tenía la preocupación de cumplir con sus expectativas sexuales, hace tiempo que le gustaba y por fin se atrevió a enamorarla, estaba hecho un manojo de nervios y emociones cuando un amigo le recomendó la nombrada “pastillita del amor”…Ahora siente que no responde igual si no la toma, por eso procura tener siempre alguna reserva.
El consumo cada vez mayor de Sineldafil más conocido por Viagra en los jóvenes cubanos para prolongar sus relaciones sexuales es una situación preocupante en la actualidad.
“Se consiguen a un precio módico, la primera vez que la tomé me la recomendó un amigo pero como no sabía la dosis me dio un dolor en el pecho que parecía que se me iba a explotar, la uso cada vez que quiero impresionar a una chica”, comentó un joven que accedió a dar su testimonio pero no su nombre, “mi nombre no lo publiques, ¿te imaginas que mi novia se entere que tantas noches de placer no son reales?”
Lo que puede ser un momento placentero y erótico, se convierte en un récord el tiempo en el que dura la erección o la cantidad de veces de eyaculación y lo peor, a largo plazo, en adicción.
En el recién concluido VI Congreso Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual celebrado en la capital, explicó el sexólogo cubano Generoso Torres que “llegan a la consulta pacientes que tienen contraindicado el Viagra, pues padecen de cardiopatías isquémicas, y que lo compran en la calle (en el mercado negro) y lo toman”.

El reverso del milagro
Especialistas, ante el consumo indiscriminado del medicamento, particularmente jóvenes que no lo necesitan, alertan sobre los riesgos a largo y corto plazo.
La Viagra no es un afrodisíaco, es un componente químico recetado para ciertos pacientes con disfunciones eréctiles pero como la mayoría de los medicamentos poseen reacciones adversas.
Estudiosos del tema lo consideran como una droga activa que incrementa la liberación de sustancias relajantes y vasodilatadoras, no solo a nivel del pene, sino también de otros órganos y vísceras, por lo que puede presentar complicaciones y efectos secundarios. De ahí que no debe tomarse más de una vez por día.
Se han informado eventos vasculares graves como muerte cardíaca súbita, infarto de miocardio, angina inestable, arritmia ventricular, hemorragia cerebrovascular, ataque isquémico transitorio, hemorragia intracerebral, hemorragia pulmonar, hipertensión e hipotensión.
En una investigación realizada por el Instituto Argentino de Atención Farmacológica y la carrera de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maimónides, cuyos autores advirtieron que el mal uso que se está haciendo de este medicamento realizado para combatir problemas de disfunción sexual masculina puede generar problemas de esterilidad a un plazo de diez o quince años, porque la estimulación recurrente de la erección con esa droga deteriora la calidad del esperma.
Por otro lado las personas presas a la ingestión de este fármaco cuando reconocen su dependencia asisten a la consulta por poseer el Síndrome Adictivo al Viagra.
Puede parecer travesuras de juventud, esa etapa de probar y arriesgarse, de tomar decisiones sin pensar en el mañana y de las que algunas pueden pesar para siempre.
La relación sexual en la juventud puede ser una experiencia maravillosa si se practica con erotismo e imaginación sin que medie ninguna droga que opaque la magia del instante que debe fluir natural y sin estereotipos.
Más que en una pastilla, el placer está en la mente y en el cuerpo de los amantes, en la madurez que posean para disfrutarlo emocional y físicamente.
Para aquellos que encuentran la seguridad de su hombría en este fármaco que guardan en sus bolsillos y de este depende también su autoestima, es importante que tengan en cuenta que por querer aumentar la cantidad en el momento, poco a poco y a largo plazo, pueden corromper la calidad.

jueves, 2 de febrero de 2012

De la moda, un tambor

Tendido en un banco de la beca universitaria, estaba un joven de unos veinte años, mostrando su pecho y axila depiladas, mientras su novia inclinada sobre su rostro, le daba a sus cejas menos copiosidad.
 Muchas personas de generaciones anteriores verían esta escena con desdén pero lo cierto es que cada vez se vuelven más cotidianas al pasar el tiempo.
Claudia, de noveno grado encuentra  más atractivo a los hombres depilados, “yo le exijo a mi pareja que se depile, en Cuba hace mucho calor para tantos vellos, encuentro que así es más higiénico, además es un ritual romántico y a la vez gracioso cuando, por ejemplo, nos afeitamos juntos las piernas”.
Hoy es frecuente ver a varios de los jóvenes cubanos con tendencias que en otras épocas se consideraban femeninas como el depilarse las cejas, arreglarse las uñas, teñirse el cabello, usar aretes (incluso en las dos orejas), collares largos, piercing, entre otros, sin que esto necesariamente marque las preferencias sexuales.
Alejandro muestra un pelo largo y copioso que cae, con un corte moderno sobre sus ojos. Para mantener su apariencia asiste recurrentemente a unas de las peluquerías más céntricas de la ciudad. “Cada vez que le pido al estilista  un corte específico no falta quien me mira por encima de los espejuelos, las cejas levantadas y miradas cómplices y en algunos casos, he escuchado hasta comentarios sobre la juventud perdida.”
La nueva generación masculina no se avergüenza de pasarse varias horas frente al espejo para ataviarse, usar cremas o polvos, engomarse el cabello y lucirle así a las féminas.
El vestuario siempre ha sido importante en todas las épocas, jóvenes o no, sea de cualquier clase o sector social. Ellas marcan identidad, el momento histórico en el que viven, modos de pensar y culturas.
En Cuba existe mucha influencia extranjera, sobre todo de los artistas internacionales y nacionales de moda.
“Cada vez que le reclamo a mi nieto su forma de vestir cuando va alguna fiesta con pantalones tres veces mayor que su talla, medio calzoncillo afuera, espejuelos oscuros en la noche, me responde ´ay abuela eso es lo que se usa, no ves los –regguetoneros- como se visten, esa es la onda” -afirma Mercedes quien se califica una abuela bastante moderna -, “cada cosa para cada persona y sexo, todavía nuestro país es muy machista y algunas de las prendas que hoy llevan los varones no son bien vistas por los mayores y los tildan de homosexuales o de superficiales, no quisiera que a mi nieto lo echaran en ese saco porque independientemente cómo se viste es un buen muchacho.”
Existen estudios que enmarcan estas tendencias en disímiles corrientes como por ejemplo la metrosexual, mikis, repas, emos, entre otras,  pero lo real es que los jóvenes cubanos no se interesan por ninguna de estas etiquetas. “Yo no me preocupo si lo que uso o cómo me arreglo es motivo para hacer un tratado o un libro, que hagan de mi ropa un tambor, cambiando el refrán popular, lo que sí me importa es que cuando me mire al espejo me sienta bien, y lo más importante, que las muchachas se interesen por mí”- refiere un joven universitario.
Lo que no está en la onda
 El estar a la moda se ve reflejado en no pocos estudiantes con el uniforme escolar. Camisas ajustadas por pinzas, pantalones anchos que muestran la marca de la ropa interior (en algunos casos mucho más), cuellos levantados, espejuelos oscuros…
El reglamento existe para no violarlo, un uniforme debe usarse correctamente y debe alejarse de las modas imperantes.
“En ocasiones quienes usan el uniforme escolar de esta manera no son los mejores alumnos. Un papel importante en este sentido lo desempeña la familia, existen madres que suben el falso a las hembras, o que le ponen el material de las placas usadas como examen médico en los cuellos a los varones. Cada padre debe velar por cómo viste su hijo para ir a la escuela”, explica Yénisse Bruzón, educadora de Secundaria Básica.
Por otro lado hay quienes marcan su cuerpo con tatuajes o se perforan las cejas, la nariz, la zona del ombligo, y muchas más, con piercing o argollas.
Sin el ánimo de etiquetar la conducta de los jóvenes por estas marcas en el cuerpo sí creo necesario dialogar por los prejuicios a la salud que pueden acarrear cada uno de estos y si en verdad, son estéticos.
El Doctor en Ciencias Históricas Julio César González Pagés, coordinador general de la Red Iberoamericana de Masculinidades, en una entrevista relacionada con el tema sostuvo que “la moda pasa por la cultura, por la evolución de los modos de expresión, y a veces los más jóvenes son objeto de críticas porque los adultos nos sentimos con el derecho de decirles lo que deben usar”.
Más allá de una estética individual, de géneros, la moda marca estilos de vida y una etapa histórica y social,  por eso es motivo para dialogar, para pensar más que para criticar, para proponer más que imponer. Creo que podríamos, por ejemplo,  darles más opciones a nuestros jóvenes con pecios asequibles de prendas que los identifiquen con lo que aman del país en el que viven, de sus artistas, deportistas, de sus paisajes. No necesitamos miradas alarmadas que niegan con la cabeza, es el momento de mirar con otra óptica, de entender y conversar. Sin marcas ni etiquetas los jóvenes de hoy son indiscutiblemente, el  reflejo de su tiempo.  

Amar al compás de un bolero

Cuando se habla de amor, a veces las palabras no pueden  abarcar la inmensidad de este sentimiento, por eso, esta vez, me apoyo en el género musical que muchos creen que existe únicamente para los amantes: el bolero. Qué mejor declaración de amor que estas letras que han perdurado durante años como un himno para los enamorados.
Este estremecimiento llega de forma inesperada, despacio, de a poco y va calando hondo, en ocasiones, de manera imperceptible.
Cómo fue, no sé decirte como fue, no sé explicar lo que pasó, pero de ti me enamoré, fue una luz que iluminó todo mi ser, tu risa como un manantial, llenó mi vida de inquietud. Fueron tus ojos o tu boca, fueron tus manos o tu voz, fue a lo mejor la impaciencia de tanto esperar…..tu llegada.
Cuando las personas se sienten amadas el mayor deseo es que sea para siempre, que ese éxtasis se prolongue por muchos años.
Quiéreme mucho, dulce amor mío que amante siempre te adoraré;
yo con tus besos, y tus caricias, mis sufrimientos acallaré.
Quisiéramos congelar el tiempo, detener cada minuto de placer, hacer eterno los momentos compartidos. Reloj no marques las horas, porque voy a enloquecer. Ella se irá para siempre cuando amanezca otra vez (…)   Reloj detén tu camino porque mi vida se apaga.
Ella es la estrella que alumbra mi ser, detén el tiempo en tus manos haz esta noche perpetua, para que nunca se vaya de mí (…)
Cada palabra dicha por la persona amada es música para los oídos y  alimento para el alma. Las frases, aunque parezcan cursis o repetidas adquieren otro matiz cuando salen de los labios de quien escogimos para entregarnos por completo.
El vino es mejor en tu boca, te amo es más tierno en tu voz, la noche en tu cuerpo es más corta, me estoy enfermando de amor.
Cuando se ama el menor detalle es alimento oportuno, es el fuego que se prende, una caricia, un beso tibio, el abrazo tierno es la mejor recompensa…Con solo un beso me dijiste todo, me diste la vida, en tus caricias viví mi fantasía, en tu mirada vi que eras mío, que en ti yo viviría. Dímelo en un beso, cuéntame el secreto de tu amor, no me ocultes nada y déjate llevar por mi corazón.
 El verdadero amor nunca se olvida, trasciende más allá de fronteras, del tiempo e incluso, de la misma vida. Pasarán más de mil años muchos más, yo no sé si tenga amor la eternidad, pero allá tal como aquí en la boca llevarás, sabor a mí.
Los recuerdos enlazan al pasado con el presente y siembran esperanzas de un futuro mejor. Nuestro amor es tan grande y tan grande, que nunca termina y esta vida es tan corta y no basta para nuestro idilio. Por eso yo te pido por favor, me esperes en el cielo y allí entre nubes de algodón haremos nuestro nido.
Existen historias de amor que marcan para siempre por su desenlace, dejan una angustia que los años consiguen la resignación pero nunca el olvido. Esos son los que la memoria, de vez en vez, haciéndonos trampas, los trae de vuelta en las tardes lluviosas, en las flores secas que caen sin querer al abrir un viejo libro de poemas, en las fotos amarillas, al escuchar una canción,...  Esta tarde vi llover, vi gente correr y no estabas tú. La otra noche vi brillar un lucero azul y no estabas tú. La otra tarde vi que un ave enamorada daba besos a su amor ilusionada, y no estabas tú.  El otoño vi llegar, al mar oí cantar y no estabas tú.   
Sientes que el piso se ha movido bajo tus pies, que el sol sólo sale para esa única persona, te absorbe tus pensamientos y el deseo más ferviente es fundirte en el más ardiente de los besos. (…)Y es que no sabes lo que tú
me haces sentir, que no hay momento que no pueda estar sin ti, me absorbes el espacio y despacio me haces tuyo, muere el orgullo en mí y es que no puedo estar sin ti.
El universo gira alrededor de una sola persona, el mundo se mira con otro color, la vida empieza a sonreír si somos correspondidos. Cuando este sentimiento es auténtico se deposita únicamente en el ser amado, sin mentiras  ni engaños: Tú, de mi amor la preferida, eres única en mi vida, no más tú. Tú eres alma de mi alma, la que perfuma la calma y la inquietud.
Aprovechemos la oportunidad que la vida nos brinda para amarnos más, entregarnos sin miedos ni recelos. Apaguemos la luz y con los cuerpos pegados en un abrazo infinito, bailemos y amémonos al compás de un bolero. Disfrutemos del amor cada minuto, quizás cuando pase el tiempo, seguiremos entrelazados a la mano que se ha vuelto temblorosa, besando la misma frente que ahora la adornan cabellos blancos. Cuando estemos viejos, dulce novia mía, tu cabeza blanca, tendrá en cada cana, una bendición. Y tu mano suave como en otros tiempos temblará en mi frente. Y mi boca mustia cansada de besos te hablará de amor, cuando estemos viejos, no hará falta el cielo pues tus ojos lindos el Sol y la Luna para mí serán y por eso quiero, dulce novia mía que los años pasen y llegar a viejos para amarnos más.