martes, 20 de mayo de 2014

Un cuarteto y el hombre que silba



 Permanecen en una de las más céntricas esquinas de la ciudad. Ni el ruido ensordecedor de los carros ni el paso agitado y caluroso de los transeúntes pueden opacar a la singular agrupación.
A simple vista el cuarteto nombrado Jubilados del Caribe, con hombres de la tercera edad, puede parecerse a otros de los tantos que existen en esta urbe musical, pero un sonido diferente los define, entre sus integrantes hay uno que canta silbando mientras mueve rítmicamente las maracas.
“Nosotros nos conocíamos desde antes, siempre nos hemos ganado la vida cantando y al pasar los años, el destino nos reunió poco a poco. Este rincón es nuestro a partir de un proyecto del Conservador de la Ciudad de rescatar las agrupaciones de música tradicional y ubicarlas en algunos lugares de Santiago de Cuba como este situado frente al Museo Emilio Bacardí en el Patio Madrigalista. Otros se encuentran en el Parque Céspedes o en el Boulevar”, cuenta el director Laudelino González Gutiérrez.
Una de las atracciones musicales lo constituye Rudy Joaquín Chávez, de hablar rápido y muy dispuesto a la conversación jaranera, como buen santiaguero que es.
“Para lo único que yo silbaba era para llamar a alguien o saludar, como la mayoría de los hombres cubanos y hace como un año pensé que podía silbar mientras trabajábamos y ha dado buenos resultados, muchos se paran a escuchar, sobre todo los turistas que piden un repertorio específico en el que figura el son, el bolero o algunos temas internacionales y les llama mucho la atención la manera de cantar silbando”.
Trabajó muchos años como músico en Checoslovaquia, maneja el idioma de este país, por eso cuando algún extranjero se identifica como checo es muy versátil comunicándose y “practica un poco de vez en cuando”, así dice él.
¿Usted fuma?
Sí, hasta una cajetilla de cigarros diaria sin embargo puedo silbar hasta siete canciones seguidas sin que me sienta ahogado, le doy gracias a dios por darme esa gracia.
¿Y de dónde puede provenir esa capacidad respiratoria?
Yo soy de la Bahía de Nipe, en Felton, Holguín. Crecí cerca del mar, nadé antes casi que de caminar, -me cuenta entre risas por su exageración-,  y antes de tirarme al mar realizaba ejercicios respiratorios, quizás eso me ha ayudado bastante, pero no me había percatado hasta ahora”.
¿Alguno de sus hijos ha intentado seguir sus pasos?
“Tengo dos hijos que se han inclinado por la música, uno de ellos toca la guitarra, pero nunca han intentado cantar silbando, de hecho no creo que sepan ni siquiera que yo lo hago”.
A los santiagueros en vez de sangre nos corre música por las venas, en cada uno podemos encontrar un instrumento improvisado: al piropear con un silbido singular, al poner las fichas del dominó o en las descargas callejeras con los amigos del barrio.
El hombre que silba es muestra de los que somos. No se conoce a nadie en Santiago que realice lo mismo.
Para los que vivimos en estas tierras, acostumbrados a encontrar música en cada escondrijo, nos puede parecer cotidiano un cuarteto que interpreta la música tradicional cubana, pero al escuchar que alguien silba al compás de  las melodías que producen la guitarra, el cuatro, el contrabajo y las maracas, esto paraliza al caminante o hace voltear la mirada hasta del más apurado transeúnte.

viernes, 9 de mayo de 2014

Madre por partida doble



Los sueños de envejecer tomados de la mano se deshicieron.  La idea de compartir risas y pesares, la educación de los niños que una vez decidieron tener y amar, la carga del hogar que juntos crearon quedó trunca tras una decisión…
Las estadísticas en Cuba en los últimos años han demostrado que los divorcios han aumentado considerablemente. Según Patricia Arés publicado en el libro Psicología de la Familia afirma que nuestro país posee la mayor tasa de América Latina y el Caribe.
 Las razones son innumerables pero las consecuencias generalmente las mismas, familias disueltas, hijos que crecen sin la presencia paterna, infancia con el sello de tener padres divorciados, carencias económicas que se agudizan y algunas más.

El modelo de la familia cubana no es la misma que años atrás.  En la actualidad, en muchos hogares las madres, tras la separación conyugal, son el horcón familiar y tienen el mayor peso en la educación de los hijos.
La estabilidad de la familia en Cuba es una problemática para los científicos, también desde el punto de vista sociológico pone de manifiesto la ruptura y la insatisfacción con formas tradicionales de hacer pareja y familia, lo cual es también un indicador de progreso social, explica Arés en su texto bibliográfico.
Las madres separadas de nuestros días son quienes pasan la mayor parte del tiempo tratando de ser mamá y papá, llenando los vacíos de la ausencia que puede dejar este miembro familiar.

Debe buscar el equilibrio entre la exigencia y la comprensión, es la que día a día se comparte en miles para sustentar al resto de todas las maneras posibles.
Aunque el Código de la Familia afirma que tras la separación  el sostenimiento de los hijos menores es obligación de ambos padres, aún cuando no tengan la patria potestad sobre ellos y que la ascendencia de las pensiones para los hijos menores se fijará en relación a los gastos normales de los mismos, así como a los ingresos de los padres, a fin de establecer la responsabilidad de éstos en forma proporcional, no siempre los padres se sienten responsables de  mantener  a sus hijos.
Es entonces cuando la vida pesa mucho más para la cubana.
Adriana Rodríguez tiene dos niños pequeños de tres y seis años y está divorciada desde hace un año y medio “Al principio es difícil para todos, una tiene que sobreponerse para que los niños sufran lo menos posible y hablar mucho con ellos para que no piensen que su papá los abandonó. Económicamente el divorcio me ha golpeado, él me da 50 pesos por cada uno, pero realmente eso no me alcanza para mucho, más que mi salario es de 330 pesos mensuales, tengo que hacer maravillas a fin de mes. El padre viene una vez en la semana a verlos o los lleva a pasear pero los días restantes soy yo la que estoy presente, exigiendo la tarea o con el beso de buenas noches.”
Los tiempos que transcurren sitúan a las féminas de esta nación como seres independientes capaces de proveer a sus hijos, de educarlos y tomar decisiones importantes, incluso de estas devienen cambios en el seno familiar.
…Temprano lleva los niños a la escuela o atareada busca los alimentos necesarios y accesibles. Juega  lo mismo a las muñecas que a las bolas o la pelota. No tiene tiempo para flaquear porque las circunstancias ameritan de su fortaleza. Lleva en el pecho el abrazo consolador y las palabras de aliento para sus hijos. Nunca imaginó que ahora sería madre por partida doble.