Muchas
veces los cubanos hemos sido cuestionados en las redes sociales, y a los
periodistas nos tildan de twitteros asalariados o de blogueros pagados y es que
quizás para las personas del resto del mundo encontrarse con otros en el
ciberespacio es una manera de ocupar el tiempo ocioso, pero para los de esta
latitud todo tiene otra connotación.
Puede parecer exagerado, pero cada vez que navego en facebook me siento que vivo al
lado de una vecina chismosa.
Nada más necesitan
un parpadeo en Cuba y todos los medios internacionales y sitios sociales hacen
del suceso todo un acontecimiento, no
falta el comentarista social y político, incluso, el psicoanalista del
los cubanos “bajo el régimen castrista.”
A veces
quisiera poner HOY ME SIENTO CANSADA,
como lo haría cualquier persona del mundo, pero el dedo se queda inmóvil
sobre la tecla cuando empiezo a imaginar los comentarios, “régimen castrista
produce cansancio en los jóvenes cubanos” o “el cansancio es el primer síntoma
para que los cubanos que han vivido 50 años bajo la dinastía de los Castro
piense en el suicidio.”
Así es la
vida de cada uno de los que vivimos en esta isla mientras navegamos en ese
mundo maravilloso que posibilitan las altas tecnologías.
Ni pagados
ni asalariados, tenemos una vida más o menos normal, parecida quizás a la de
otros, solo que las brazadas deben ser más fuerte para no sucumbir ante ese ojo
gigante que te observa y espera el primer teclazo, la primera palabra, para
agigantar problemas, tergiversar situaciones y para hacer de cada internauta
que pisa esta tierra, un rival o una víctima.