Yamilé C. Mateo Arañó
Cuando una historia se te acerca, se
pasea frente a ti y coquetea, tienes dos opciones, te quedas en los palcos a
mirar el final o participas y trabajas para cambiarlo. El protagonista de estas
cuartillas eligió la segunda.
Salió de las láminas y las
pancartas para mostrarse tal cual es: real, pequeño de estatura; pero los
hombres como él se miden de la cabeza al cielo. Su rostro parece cansado, pero
sus ojos muestran una inteligencia, tal vez una picardía que siempre está
alerta.
Es muy fácil conversarle,
parece gustarle la plática o tal vez solo es sumamente cortés. No evade
respuestas, argumenta, destila transparencia y su condición de Héroe de la
República de Cuba no ha
conseguido alejarlo de las bromas y los dicharachos.
Nos llevaron a una sala amplia, le
explicamos que íbamos a grabar nuestra conversación y aún cuando debe estar
acostumbrado a esas cosas, hizo un gesto cómico de recogimiento, que luego pasó
a ser una amplia sonrisa cuando alguien le espetó: "tranquilo le prometo
que no le va a doler."
Fernando nos hizo el
trabajo muy fácil, no imaginábamos a un héroe tan cercano. Al parecer no
pudieron los injustos 15 años tras las rejas cambiar su jovialidad...
¿Después de tantos años de prisión,
cómo se adapta a su nueva vida, hay algo qué le resulte difícil de asimilar?
Esa es una pregunta que he
respondido pero siempre agrego cosas por lo que experimento con el paso del
tiempo. Cuba, estructuralmente no
ha cambiado mucho, hay cosas nuevas, por supuesto, que uno ve desde el punto de
vista constructivo o social como el trabajo por cuenta propia, que apenas
existía la última vez que estuve en mi patria, pero el pueblo, que es lo más
importante, sigue siendo el mismo, con el mismo espíritu de solidaridad, de
compañerismo, la misma dedición de luchar, el mismo compromiso con la
Revolución.
¿De los años de prisión extraña
algún amigo, tiene algún recuerdo especial que le marcara su injusta estancia
en suelo norteamericano?
La verdad es que de ese país no
extraño nada, no quiere decir que no existan cosas bonitas como la naturaleza o
elementos constructivos creados por el hombre, pero realmente no son cosas que
extrañe, realmente estando allá, deseaba estar aquí, siempre asumí la estancia
en Estados Unidos como algo temporal.
Nunca me até a nada sentimentalmente. Es difícil considerar algunas de las personas con las que me relacioné como amigos. Los amigos necesitan ciertas circunstancias, ciertas condiciones, sí me topé con buenas personas que se acercaban de manera solidaria, gente que aún dentro de la prisión, que habían cometido crímenes o realizado hechos penados e incorrectos, se podía encontrar en ellos ciertos valores que hacían la estancia en la cárcel un poco más llevadera.
Ahora, amigos en todo el sentido de
la palabra, no.
Fue un joven que acorde con su
tiempo que cumplió con un deber, por eso estuvo más de 15 años sin libertad, el
pueblo los calificó como Héroes, qué piensa de ese calificativo
Cuando a nosotros se nos designa
por la Asamblea Nacional como Héroes de la República de Cuba, a mí me costaba
trabajo creerlo, estábamos en Miami en ese momento y tuvimos la oportunidad de
escuchar la intervención de los diputados cuando empezaron a dar opiniones
sobre nosotros, se leyó la resolución donde se nos proponía ese título, pero a
mí me parecía que no se estaba hablando de mí. Siempre consideré a un héroe
alguien que hubiese hecho algo de dimensiones extraordinarias, en las guerras
de independencia, pero no creía que hubiésemos hecho algo para merecer esa
condición. Todavía me cuesta trabajo mirarlo de esa manera, hicimos lo que nos
correspondía en aquel momento, nada que no hubiese hecho otro cubano en las
mismas circunstancias.
No obstante respeto los argumentos
y me siento muy honrado con la decisión, es un orgullo.
Realmente es un héroe pero uno
palpable y real, que más hace Fernando cuando no está siendo agasajado
Bailo, no soy gran bailador pero si
trato de divertirme. Me gusta escuchar la música dependiendo del momento, para
divertirme prefiero la bailable cubana como Los Van Van, si es una ocasión de
reposo, meditación prefiero la clásica, digamos que romántica, no soy amante
del Reguetón, puede ser porque mi generación no creció escuchando este tipo de
música, quizás por eso no la comprendo mucho, pero respeto los gustos de cada
cual, siempre que no se preste a la chabacanería, que no disminuya a la mujer.
Mis preferencias en la lectura son
variadas, me gusta la historia
de Cuba, en la prisión leí
bastante, es una manera de usar el tiempo productivamente, es algo que me hacía
crecer más como ser humano.
Me gustan también los libros científicos, los que expliquen de una manera amena los avances en determinadas ciencias, como biología, geografía, entre otros. Todo lo que ayude a incrementar mi visión del mundo desde lo racional, me gusta la filosofía, la física o la filosofía del universo que existe tras la física. Los temas políticos, soy consumidor de las noticias, es un hábito para mí estar informado.
El reencuentro con Rosa Aurora
después de tantos años de espera reclamando su libertad
Fue muy especial, después de tantos
años sin poder compartir fue realmente muy emotivo. Hay cosas que no se pueden
describir y que textos y palabras no alcanzarían a describir en su justa
medida, hay momentos en que el tiempo se detiene y se mezclan tantas cosas en
la mente.........
Santiago de Cuba en una
sola palabra
Lucha, resistencia, espíritu
combativo, historia, hay más de una palabra pero me cuesta trabajo sintetizar
lo que he vivido en estos días, más lo que conozco de esta ciudad, pero todas
las que me evoca tienen que ver con su historia de sacrificios y de luchas.
Creo que es injusto describir este pedazo de Cuba en una sola palabra, tal vez
mil libros no alcancen.
El presidente cubano ha anunciado
que el actual será su último período de mandato, cual es su apreciación sobre
el rumbo que seguirá nuestro país una vez que la dirección histórica de la
Revolución no esté al mando.
Mi generación creció con la guía
permanente y constante del Comandante en Jefe, pertenezco a una generación en
la que Fidel estaba presente en cada uno de los acontecimientos importantes del
país para explicar, para guiar, para enseñar. Hoy tenemos a Raúl Castro que
también lo hace con su estilo particular y ha dicho que esta es la última
misión que cumpliría, pero estoy seguro que el Partido ha creado las
condiciones para que el proceso continúe a pesar que no haya una persona de esa
altura histórica con los méritos que alcanzaron en la lucha revolucionaria y en
el trayecto histórico.
Personalmente estoy convencido de
la continuidad de la Revolución y confío en la generación que asumirá el papel
fundamental del Partido que será continuar con el legado de Fidel y Raúl
Castro, no albergo ninguna duda de que el país saldrá adelante con el legado de
los que nos trajeron hasta aquí, de los que nos colocaron en el más alto sitial
de la dignidad, los que nos enseñaron que los hombres y mujeres aquí no
claudican ni bajan la cabeza.
La vida se ensañó con su felicidad,
por las circunstancias en que vivió los últimos 15 años no pudo tener hijos,
cómo suple eso que pudiera significar una ausencia.
"No tengo hijos biológicos,
pero siempre, durante los años de prisión recibí muchas cartas de tantos
bisoños y personas me han expresado que puedo considerar sus hijos como
propios. Y es tanto el cariño y el afecto que recibo de los pequeños que es como
si fueran míos.
La manera de mostrarnos sus
sentimientos sin filtros, con tanta sinceridad, agradezco esa manera en que los
niños se manifiestan no solo conmigo sino con cualquiera de los Cinco que
estuvieran en ese momento".
Tal vez nunca sabremos cuántas vidas
salvó con su actitud, porque el tiempo que se ensañó con él y ni siquiera le
legó esa cifra. Pero los números no son lo más importante, porque que da esa
sensación de que de alguna manera Fernando y sus hermanos nos salvaron a todos.
La injusta condena le imposibilitó
el goce a plenitud del amor de Rosa Aurora que lo esperó y cultivó su relación
en la distancia, no pudo tampoco sembrar sus semillas en su vientre.
Aún así le devolvió a un pueblo
paciente que lo venera, que llora de felicidad mientras lo abraza, que guarda
receloso su historia,
sus cartas y su proeza. Fernando, como el resto de los Cinco, es de Cuba y Cuba se abre entera a él.