Hoy las
cubanas están representadas en todas las esferas sociales, no existe oficio ni
profesión vedadas para ellas. Trabajan en la actualidad de macheteras,
carpinteras, albañiles, choferes de grúas, soldadoras…
No hay
límites para ellas, incluso en el amor.
Si antes
las mujeres de esta nación se servían del abanico, del escote o de miradas para
insinuarse sin poder declararse por lo claro, hoy es totalmente diferente,
muchas son las que hoy dan el primer paso, las que prefieren enamorar sin
prejuicios ni tabúes.
“Mira
cuando a mí me gusta un hombre yo no espero que él se de cuenta algún día que
yo siento lo mismo, la vida es una sola, yo soy valiente por él y por mí y se
lo digo claro, hasta ahora me ha funcionado, de hecho estuve casada 15 años y a
mi esposo lo enamoré, sin que me apene decirlo, vivimos años maravillosos, quizás
él nunca se hubiese atrevido porque en ese sentido era bastante tímido, explica
Rosaline Tamayo, económica de esta urbe.
A Juana la
cubana como le dicen jocosamente a Carmen Sosa por su alegría constante no la
detiene nadie, según su pareja todo comenzó por un piropo respondido: “Cuando
vi a esta mulata en la calle,- me dijo con los ojos chispeantes y su brazo
rodeando su cuello- solo me atreví a decirle que linda estás nena, y para mí
sorpresa me respondió que yo también estaba igual”.
Esa fue la
puerta para una relación que ya tiene cinco años y un niños de dos.
Según
Rosario Martínez psicóloga que ha atendido a múltiples parejas refiere que “a
pesar de los rezagos que todavía existen y que sólo cambiarán paulatinamente,
se observa ya el espacio en todos los sentidos que han sido apropiados por la fémina
cubana, incluso en temas tan íntimos como las relaciones sexuales. Aquí vienen muchas parejas, incentivadas sobre todo por
las mujeres que no se sienten satisfechas en este ámbito, y fíjate si es así
que una cantidad considerable de ellas vienen con la convicción de que el
problema radica en el hombre que necesita alguna orientación médica o
terapeuta.
La mujer de
hoy quiere experimentar, ya no es el ente pasivo de años atrás, ella propone y
también dispone, brinda placer pero lo necesita recibir a cambio.”
A Angela
Castellanos siempre le gustaron los hombres sin prejuicios ni reglas, por eso
esta mujer de cincuenta años le ha ido bien en el amor.
“Cuando
conocí a la persona con la que estoy hoy y sentí la química entre los dos lo
primero que hice fue regalarle una flor. Cuando vi que aquel hombre sin
vergüenzas la aceptó, me flechó directo al corazón”.
A su hija,
estudiante del preuniversitario la guían las prédicas de su madre. “A mi edad
es común que las muchachas sin miedos al rechazo sean las que tomen la
iniciativa de enamorar, puede ser en una fiesta invitando al muchacho a bailar
o simplemente hablando claro. Generalmente uno se da cuenta cuando existe una
atracción física por la otra parte.”
A ellas no las encontrarás en el silencio de
la espera, ni en la respuesta solapada
de un sí, sino en la pregunta atrevida y certera, en la primera palabra.
El tiempo
para amar nunca es suficiente, sin distinciones de género, hay que lanzarse a
este sentimiento como huracán rompiendo cualquier esquema que impida ser feliz.
Sugerente artículo...., la felicito....!!
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